El Estatuto del Artista ha dado un nuevo paso adelante con la aprobación, por parte del Congreso de los Diputados, de la reforma de la norma que regula el IRPF en lo referente a los rendimientos irregulares de los artistas. Se trata de una de las medidas clave del Estatuto del Artista que impulsa el Ministerio de Cultura, demandada por el sector cultural como un paso importante en el camino hacia un trato fiscal más justo y equitativo para el colectivo de los artistas y trabajadores de la cultura.
En concreto es una reducción que deja libre del IRPF una parte de los rendimientos del trabajo y de actividad económica derivados de actividades artísticas o culturales, cuando se obtienen rendimientos altamente variables en su importe de un año a otro. Debe cumplirse el requisito de que el rendimiento del año sea superior al 130% de la media del rendimiento obtenido en los 3 años anteriores. La medida consiste en aplicar una reducción del 30%, pero no sobre el total rendimiento del año, sino solo sobre el exceso -es decir, sobre la diferencia entre el rendimiento del año y el rendimiento medio de 3 años-, y la base máxima sobre la que aplicar la reducción no puede superar los 150.000 € anuales.
En el ámbito fiscal, el objetivo del Estatuto del Artista es modernizar y actualizar la fiscalidad de artistas, intérpretes, creadores y trabajadores de la cultura, dejando patentes dos objetivos irrenunciables. El primero es la responsabilidad fiscal que todos los ciudadanos tienen la obligación de asumir contribuyendo al sostenimiento del Estado de forma solidaria, proporcional y justa a sus ingresos. Y el segundo, el derecho a ser tratados fiscalmente de forma razonable, ecuánime y equitativa atendiendo a la irregularidad de sus ingresos, derivada de la propia naturaleza intermitente del trabajo cultural.
