El plan, desvelado esta semana, supone un incremento significativo de la financiación estatal para la música, pasando de 4,1 millones de libras anuales a un millar más: hasta 10 millones por año durante los próximos tres años, alcanzando un total de 30 millones de libras. Esta inversión, denominada “Music Growth Package”, está diseñada para facilitar nuevas oportunidades de gira, actuación, mentoría y exportación para artistas emergentes, además de mejorar el apoyo a la escena de música en directo a nivel local.
Además de la inyección económica, el plan contempla la creación de una tasa sobre entradas en estadios y arenas, gestionada por la industria, destinada a financiar espacios musicales independientes. También incluye medidas para promover una mayor remuneración de los creadores musicales mediante un acuerdo sectorial sobre streaming y la renegociación de contratos antiguos. Por otra parte, se creará el «Creative Content Exchange», un mercado digital para licenciar y monetizar activos creativos que espera abrir nuevas fuentes de ingresos para los artistas.
La secretaria de Cultura, Lisa Nandy, subrayó la importancia de la industria musical del Reino Unido, asegurando que es “líder mundial” y garantizando que “seguirá prosperando durante generaciones, impulsando empleo y atrayendo a fans de todo el mundo”. Con este paquete, el Gobierno da un paso firme tanto en fortalecer la infraestructura musical del país como en respaldar la próxima generación de talento británico.